Escribe: Israel López
El pasado 18 de junio se cumplieron 20 años del debut en la Arena México de Místico, un personaje que tal como su nombre lo indica, llamó la atención desde un principio por sus características espirituales, religiosas y filosóficas y, además, acertadamente nos vendieron la idea que era “ahijado” de Fray Tormenta.
El portador del nombre no tardó mucho tiempo para posicionarse entre los favoritos de la exigente y conocedora afición del CMLL, y es que además de su vistoso atuendo, llamó la atención por su espectacular estilo y por supuesto, por ese carisma que no está a la venta en ningún lugar.
Y esa aceptación de la que hablamos no pasó desapercibida para los rudos de la empresa coliseína: Averno, Último Guerrero, Hijo del Perro Aguayo, Dr. Wagner Jr. Y Black Warrior fueron algunos de sus más odiados rivales con los que tuvo enfrentamientos épicos, de hecho, con este último se enfrentó en un memorable encuentro de máscara vs máscara, obteniendo un triunfo que logró consolidarlo.
Su popularidad no pasó desapercibida para medios ajenos a la industria, y de forma repentina ya veíamos a Místico en reality shows, programas de TV, figuras de acción, videos musicales y en un sinfín de artículos y prendas. Su boom era una realidad, algo que no veíamos desde principios de la década de los 90 cuando este deporte regresó a la pantalla chica.
Si bien es cierto que, en México ya era el máximo ídolo e incluso visitó en diversas ocasiones Japón (de hecho, en el país nipón tuvo apariciones con su personaje previo), faltaba la cereza en el pastel: WWE, la compañía más popular y poderosa de la industria. A pesar de que fue recibido como toda una estrella y ya con el nombre de Sin Cara, su estancia en la empresa norteamericana dejó mucho que desear, ya sea por su falta de adaptación al estilo o por el idioma.
Y después de algunos años, volvió a su tierra querida, en primera instancia con un paso discreto en AAA, portando el personaje de Myztezyz y más adelante, retornando a su casa, el CMLL, inicialmente como Carístico y unos años más tarde, retomando su amado personaje, el mismo que le dio fama, éxito y popularidad a nivel mundial y en todos los sectores de la sociedad.
Hoy en día, ya como un luchador consagrado de este deporte, Místico mantiene esa aceptación entre el público de la empresa luchística más vetusta del mundo. Nos podrá gustar o no su personaje, lo cierto es que, gracias a Místico, la lucha libre logró un alcance mayor entre la población y es algo que ningún luchador, al menos en México, ha podido emular en el presente siglo.
¡Muchas felicidades por esas dos décadas de éxito!
¡Viva la lucha!
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