Por: Israel López
Lucha Libre AAA Worldwide es la compañía luchística mexicana más conocida a nivel mundial y para celebrar sus primeros 25 años de vida tenía que “echar la casa por la ventana” con una lucha de apuestas a la altura de tan importante acontecimiento, un enfrentamiento épico de introducirse en los libros de historia de la lucha libre.
Conscientes de la trascendencia, con un año de anticipación para la celebración de sus “bodas de plata”, AAA anunció con bombo y platillo la que sería la lucha súper estelar de Triplemanía XXV: un enfrentamiento de máscara vs máscara entre Psycho Clown y Dr Wagner Jr.
“El psicópata del ring”, el nuevo ídolo de la empresa, arropado por el público de AAA y descendiente de una importante dinastia se enfrentaría a “El Galeno del Mal”, uno de los gladiadores más importantes y populares de la baraja luchística, también luchador de segunda generación pero ya en una edad madura y cuya máscara indudablemente era una de las más cotizadas en México.
Fue tal la proyección que AAA le otorgó al platillo principal de su magno evento que le denominó “la lucha de la década”, en los meses previos al encuentro esperado la rivalidad se fue calentando aunque por lapsos los protagonistas formaron alianza, incluso vencieron en una lucha de apuestas a Soul Rocker y Carta Brava Jr., donde estos últimos resultaron desenmascarados.
Y después de una excelente labor mediática de la empresa para publicitar “la lucha de la década”, llegó el día esperado: el 26 de agosto de 2017 la imponente Arena Ciudad de México abrió sus puertas a los aficionados de la caravana “tres veces estelar”, quienes abarrotaron el recinto para ser testigos de una función cuyo programa fue bueno a secas, sin embargo, la atención se centraba en el encuentro súper estelar de la noche.
Ambos gladiadores ingresaron al ring ataviados con sus mejores galas y aunque el heredero del “Simón Blanco” dominó prácticamente todo el encuentro, bastó un descuido para que el otrora líder de los Psycho Circus lo sorprendiera con un Canadian Destroyer y tras la cuenta de tres del referee Copetes Salazar, el “Totalmente Payaso” obtenía el triunfo más importante de su carrera.
Fue así como Dr. Wagner Jr., acompañado de su familia, se despojó de su elegante máscara con la ayuda de su heredero y conocimos el rostro de Juan Manuel González Barrón, originario de Torreón, Coahuila, con 52 años de edad y más de 30 años de trayectoria en los encordados.
El resultado de esa lucha hasta la fecha es objeto de controversia, incluso cuando Dr. Wagner Jr. llega a tener presentaciones en arenas independientes, un importante sector del público le grita al unísono “¡vendido, vendido!”, y es que no le perdonan que haya dejado su máscara en manos de un luchador que para muchos es producto de la publicidad.
Más allá de la veracidad de la situación, lo cierto es que la caída de la máscara de “El Galeno del Mal” significó un precedente en la época contemporánea de este deporte, puesto que los bonos de Psycho Clown incrementaron y lo posicionaron como la principal figura de AAA, mientras que Dr. Wagner Jr. ingresó en la recta final de su carrera, asumiendo un rol de luchador veterano y aunque ya había anunciado su retiro tras perder la cabellera el año pasado en contra de Blue Demon Jr., el fin de su carrera se vislumbra cercano.
Si he de ser sincero, la pérdida de la incógnita de Dr. Wagner Jr. ha sido uno de los episodios más tristes en mi faceta como aficionado de la lucha libre y aunque el resultado me dejó una amarga sensación a pesar de que ya lo vislumbraba, lejos de recriminarlo, prefiero quedarme con los extraordinarios momentos que nos ha regalado este extraordinario gladiador.
Porque como él siempre lo menciona: “en su casa y con su gente, se le respeta”.
¡Por nuestra lucha!
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