Por: Israel López
Este 4 de septiembre se cumplen exactamente 25 años de la primera transmisión de
“Nitro”, el programa semanal y estelar de la extinta empresa norteamericana World
Wrestling Championship (WCW), un show que desató la famosa “Guerra de los Lunes”,
debido a que llegó a superar en rating por muchas semanas a “Raw”, el show principal de la entonces WWF (hoy WWE).
Dicha etapa, suscitada en la segunda mitad de la década de los 90 es probablemente una de las más trascendentales no solamente en la historia del wrestling, sino de toda la
industria de la la lucha libre a nivel mundial, y es que fue un periodo en donde surgieron
nuevos ídolos, rivalidades y algo muy importante, la lucha libre pasó de ser un deporte a
un producto que hasta la fecha sigue siendo explotado a niveles sorprendentes.
WCW, propiedad del magnate Ted Turner, pero dirigida por Eric Bischoff, quien además
fue el creador de “Nitro”, tuvo entre sus filas a los mejores talentos internacionales de
aquellos años, basta con recordar que la lucha que abrió el show inicial, celebrado en el
Mall of America de Minneapolis, Minnesota, contó con la presencia de quien hoy es un
ícono de este deporte, el japonés Jushin “Thunder” Liger, quien fue vencido por Brian
Pillman.
Asimismo, en aquel histórico evento también participaron tres leyendas del wrestling:
Sting, Ric Flair y Hulk Hogan, elementos en quienes recayó un peso importante de la
compañía durante su época de esplendor, aunque paradójicamente, sus elevadas
garantías fueron entre otras, una de las causas del declive de la empresa.
En antaño los aficionados norteamericanos estaban acostumbrados a ver sobre el ring a
gigantes de más de dos metros, la mayoría de ellos poco hábiles, sin embargo, la historia cambió en WCW con la intervención de una importante generación perteneciente a los denominados “pesos cruceros”, muchos de ellos de origen mexicano y que recibieron un importante respaldo de Konnan, quien también figuró como un elemento destacado en WCW.
De esa manera, excelentes luchadores como Rey Mysterio, Eddie Guerrero, Chris Benoit,
Psicosis (Nicho el Millonario), el ya mencionado Liger, Último Dragón, La Parka (L.A.
Park), Héctor Garza, Silver King, los Villanos IV y V, Lizmark Jr., El Dandy, Halloween
(quien recibió el nombre de Cíclope), Damián 666, Súper Calo, Chavo Guerrero Jr.,
Vampiro Canadiense, entre otros, demostraron sus capacidades, cautivando a la afición
estadounidense y por ende, se ganaron su respeto y reconocimiento.
Y si bien es cierto que todos estos luchadores recibieron una importante proyección que
logró catapultarlos a niveles insospechados, la mayoría no era acreedor a un sueldo
proporcional a su desempeño y peor aún, el racismo, uno de los problemas que
históricamente ha caracterizado a la población norteamericana, hizo estragos entre los
luchadores mencionados, quienes fueron menospreciados por sus propios compañeros e incluso, por los directivos de la compañía.
A decir del propio Halloween, con quien coincidí en un desayuno hace algunos meses, era tremendo el éxito que WCW tenía, que muchos de sus luchadores comenzaron a sufrir las consecuencias que la fama conlleva, por lo que los excesos comenzaron a aparecer, palabras que son respaldadas por Eddie Guerrero en su libro “Cheating Death, Stealing Life”, donde menciona que:
“La fiesta era parte del estilo de vida de la WCW. Habia la cultura que cualquier cosa era pretexto para emborracharse o drogarse. De cierta forma, eso fue otro clavo más en el ataúd de la WCW. Las cosas llegaron hasta el punto en que muchos se enfiestaban antes del show y subían ya ebrios al ring (Guerrero, 2005, p.80)”.
Y como ya lo mencioné en un principio, las elevadas garantías de sus estrellas
norteamericanas terminaron por afectar las finanzas de WCW, por lo que en 2001 la
empresa se declaró en bancarrota y terminó siendo adquirida por Vince McMahon,
propietario de WWE, quien a pesar de tener inicialmente la idea de mantener a WCW
como una filial de su compañía, optó por desaparecerla, conservando a algunos de sus
elementos, entre ellos Eddie Guerrero y Rey Mysterio.
La historia de WCW y su programa Monday Nitro ocupa un lugar importante en la
memoria de los aficionados de este apasionante deporte, a ciencia cierta no sabemos que sería de ella si aun existiera, sin embargo, al menos en lo personal, a pesar de que no me tocó vivir su época de esplendor en tiempo real, he podido comprender su trascendencia y sus aportes (para bien y para mal) a nuestro deporte favorito.
¡Por nuestra lucha!
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