Estamos ya muy cerca de Noviembre, uno de los meses con las festividad más importantes, culturalmente, en México.
Particularmente en Tulancingo hace un par de años, las autoridades locales declararon a noviembre como el mes de la lucha libre. Obviamente a la afición de este municipio y sus alrededores, les entusiasma saber cuál será el programa para esta celebración, la que el año pasado y el anterior, pasaron sin pena ni gloria.
Esperemos que este año sea diferente y que el municipio, junto con los deportistas y protagonistas de este deporte, nos sorprendan como lo hicieron hace dos años; o por qué no, hacer un evento invitando a todas las promotoras activas de Tulancingo, cómo se está haciendo en este mes de septiembre en otras ciudades como Guadalajara o Cuidad Juárez con motivo del Dia Nacional de la Lucha Libre (21 y 25 de Septiembre respectivamente).
Desafortunadamente en nuestra ciudad, tierra de luchadores, cómo Jorge Márquez (que en paz descanse) nombró a Tulancingo en el 2021, no existe un espacio municipal en el cual se pueda mostar todo el talento local.
Sí bien en Pachuca, la capital del estado, existen algunas arenas especialmente diseñadas para el desarrollo de la lucha libre y algunos espacios improvisados y modificados para los entrenamientos y pequeñas funciones de lucha libre local, son realmente pocos los municipios de Hidalgo que cuentan con una arena diseñada específicamente, para funciones de lucha libre dónde se pueda mostrar el talento local, no importa la promotora o en algunos casos, la empresa a la cual pertenezcan.
Basta recordar hace un par de años la Arena Tizayork que lamentablemente tuvo que cerrar por la poca respuesta del público a pesar de la propuesta que CWF llevó.
foto: Alejandro Velazquez / Arena Tizayork
Particularmente en Tulancingo, por razones desconocidas, no existe un espacio neutral en el cual puedan entrenar los jóvenes que quieran aprender o seguir desarrollando el arte del llaveo y contra llaveo; o bien, aprender la lucha como método de defensa personal, como se hacia años atrás, sin la necesidad de pertenecer a alguna de las empresas representativas del municipio.
En el año 2020, aproximadamente, se destino un pequeño espacio dentro del estadio primero de mayo, en el cual varios instructores de lucha libre impartían clases para niños y jóvenes, principiantes y avanzados; de igual manera, en el espacio se presentaron algunas funciones con talento local y de otras partes de la república.
Sin embargo, el espacio en el 2021, cerró sus puertas definitivamente por cuestiones de administración entre los responsables del lugar que no llegaron a un acuerdo con respecto a quien tenía que ser el responsable del lugar y quien podía ocuparlo y bajo que normas.
Efectivamente, Tulancingo es tierra de luchadores y aficionados conocedores al deporte espectáculo; sin embargo, las autoridades locales no han puesto la suficiente atención (ni en Tulancingo ni en Hidalgo) para que haya una arena real y digna como lo fue en su momento la Arena Libertad quién optó por cambiar de giro y convertirse en una cancha de fútbol.
La lucha se puede explotar en la ciudad como un atractivo turístico; de igual manera la lucha podría promoverse como método de defensa, ejercicio, recreación, e incluso, podría ayudar en tratamientos ocupacionales para prevenir y tratar adicciones y sacar a jóvenes de las calles, y ahora sí poder decir y presumir, que Tulancingo es:
¡Tierra de Luchadores!
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